Su nombre viene dado por la versatilidad del mobiliario y de los espacios.
Se proyecta un espacio diáfano con cocina abierta al salón, para poder trabajar con comodidad y sin dejar de estar con los invitados.
La cocina está bien equipada con mucho almacenaje, ya que no hay mueble ni aparador en el salón. Tiene una zona de preparación de desayunos integrada y fuera de la vista, y península para comer a diario. Colocamos el horno en altura para más comodidad e instalamos una encimera de porcelánico para poder apoyar las bandejas calientes. Todo funcional y con una estética cuidada.
No siempre necesitamos una entrada cerrada, en este caso la zona de día es un único espacio. La luz baña de lado a lado toda la estancia con ventanas oscilobatientes con acristalamiento apropiado para aislar el ruido exterior. El mueble de entrada tiene doble función, podemos dejar las llaves y el móvil en la consola al llegar, o podemos convertirla en una mesa de comedor de hasta 3m, para albergar a 12 comensales. Un carrito nos facilita el transporte y almacenaje de las sillas de comedor plegables.
En el salón, un sofá de 4m con doble chaiselonge con almacenamiento y dos asientos con mecanismo relax que permiten estirar las piernas. ¡Todo para una siesta en condiciones!
La mesa de centro que se ajusta en altura, podemos usarla como mesa de auxiliar, mesa de trabajo o mesa de comedor para 4 ó 6 personas. Reutilizamos el mueble abierto del salón, donde la TV tiene todo el protagonismo. Equipo de sonido para una sesión de cine en casa. “Luces, cámara y … ¡Acción!”
Un pequeño rincón verde, compuesto por plantas naturales que nos unen con el exterior, a través del ventanal con vistas a una avenida con árboles de hasta 50m de altura. Colocamos estores con textiles de materiales reciclados que dejan pasar la luz y nos dan privacidad.
Una iluminación graduable para adaptarla a cada momento del día y puntos de luz decorativa en zona de barra.
Todos estos detalles hacen de la zona de día, un espacio confortable y funcional.





