Esta vivienda tiene 180m2 y está dividida en tres plantas, con un hueco de escalera que hace de hilo conductor, gracias a un jardín vertical de musgo preservado que nos conecta con la naturaleza.
En planta baja encontramos un pequeño distribuidor que hace de entrada, con un banco zapatero. Al otro lado del banco está el salón, donde los muebles a medida son los protagonistas, junto con el mural Mondrian en la pared de la televisión, es un espacio funcional y elegante.
La consola situada en el salón, se abre para dar cabida a 10 invitados. Las sillas plegables y el menaje, se guardan en el mueble que está a su lado, diseñado para esta función.
La cocina cerrada se conecta con el resto de la planta a través de una ventana que nos permite ver la escalera abierta y de la puerta de cristal que mira hacia el salón, un espacio muy funcional con zona de comedor integrada en el diseño.
Subimos a la segunda planta que cuenta con dos dormitorios. En el principal se diseña un cabecero integrado tapizado en lino natural y madera de roble con iluminación indirecta, zona de tocador y un vestidor a medida.
El dormitorio de invitados cuenta con un armario empotrado y cabecero con repisas, que evita la colocación de mesitas de noche ya que el espacio es reducido, de nuevo la iluminación indirecta nos enmarca el espacio.
Ya en la última planta encontramos las zonas de ocio, un pequeño rincón de lectura, una habitación que sirve de despacho y la sala multiusos, donde podremos disfrutar de una película proyectada sobre la pared, pasar una tarde con juegos de mesa o practicando yoga.
La iluminación en puntos focales baña las piezas clave de cada estancia. Luz indirecta y graduable en las zonas de estar y de descanso, muy estudiada y mimada para crear una atmósfera íntima y acogedora.